Cuando estoy contigo me convierto en la mejor versión de mi mismo.

Esta es solo una de las tantas frases que escuché durante la boda de Ana y Victor, celebrada frente al Monasterio de la Esperanza. Estas palabras llenas de amor se me quedaron grabadas y resumen bien la historia de esta pareja.

Ana y Victor están enamorados, tienen esa chispa en la mirada que delata cuánto amor sienten el uno por el otro, me ha sido fácil fotografiarlos, los dos son naturales porque en ellos todo fluye. El día que los conocí en el reportaje preboda me sentí cómodo desde el primer momento.

Ana y Victor organizaron una boda diferente, fieles así mismos. Eligieron celebrar una boda civil al aire libre, con un estilo campestre en frente al Ermita de la Esperanza, cerca de Segorbe. Eligieron una decoración sobria con elementos naturales, combinando elegancia y belleza con flores silvestres.

El día de la boda fue una ocasión para realizar un reportaje con un estilo documental, en la casa de Victor me han acogido como uno más, le pedí a Victor de esperarme a vestirse para poder fotografiarlo en un contexto distinto. Es emocionante estar en la casa de los novios y sentir como todos colaboran, amigos y familiares todos trabajan para un evento en común: la boda.

En casa de Ana reinaba la calma, los familiares terminaban los últimos preparativos, la seguí por la casa mientras ella ultimaba los detalles y comenzaba a vestirse. Moverme como uno más, sin llamar la atención es lo que me permite obtener las fotos que más me gustan. Momentos imprevistos, miradas y gestos naturales, estos son los más fieles reflejos de la realidad y del carácter de los protagonistas.

Como cuando Ana baja las escaleras de su casa y donde la esperan con ansia y entusasmo sus amigas para felicitarla. O cuando la novia se dirige rumbo a la ceremonia en un carruaje tirado por dos caballos blancos.

Amigos y familiares han tenido que subir un buen recorrido hasta llegar al lugar de la ceremonia pero nadie se ha quejado, la ocasión merecía un esfuerzo. Victor llega primero como dice el protocolo y poco después la novia hace su aparición entre las caras felicidad de los presentes. Los más contentos de todos son Victor y Ana que tienen la sensación de estar viviendo un sueño.

Una ceremonia llena de emoción, abrazos, besos y lágrimas de felicidad. Ser testigo de estos momentos me hacen feliz de ser fotógrafo de boda.

Después de la ceremonia los invitados y los novios se citan en el Hotel Martin El Humano en Segorbe donde se celebra el banquete. Allí el ambiente de fiesta y alegría está en el aire. Los amigos de los novios preparan varias sorpresas muy elaboradas para los novios, una tradición de Segorbe al parecer. Solo diré que se proyectó un vídeo donde los amigos despertaban Victor y lo llevaban vendado hasta un paradero donde tenía que correr unos cuantos kilomentros...

El banquete terminó con un baile de los novios que prepararon con dedicación. Más que un simple baile fue una interpretación de un musical en toda regla y muy bien ejecutada!

Gracias Ana y Victor, ha sido un gusto y un honor ser el fotógrafo de vuestra boda.
Esta es una selección de las fotos que más me gustan de reportaje.

Espero os gusten tanto como a mí.
Os deseo lo mejor, os lo merecéis!